26 enero, 2009

Nada es personal en la extrema tarde de rubíes.-Poesía


  
   
  ESTA NOCHE, UNA LUZ BRILLANTE
  CON URGENCIA DE VIVIR


Transmuta la flor en ángel quebrado
de espacios siderales,
sobre el hombre:
rayo que enmohece.
Un misterio
absorbe la espera;
se salva el hombre del hombre,
estambre enjaulado
de ángel invisible.

La luna en su aleph en sombras:
abre flores de mirada en celo,
resucitando sigilosos aeoroplanos desahuciados.
Le memoria se hunde
en su morada de látex pasajero.

El universo
y sus abanicos desplegados,
transforman en eco el caos imperioso,
gestando la alquimia inclemente,
mundo de metales:
dioses moribundos.

Descansa,
ángel mendigo:
goza la libertad y la furia.
Pasajero inválido sin parlantes, ni ecualizadores.







  I



  LOCO SOÑABA Y DESGARRADO,
  AL FILO DE SU ETÉREO REVÓLVER

Lejos se encuentran los azules placeres,
el despertar de Venus
entre los pájaros:
cada mañana abrazado al arcoiris,
sin documentos.
Arrepentirse aquí y ahora,
es una obra de arte.

Calaveras eléctricas se encuentran
en salas de espera,
sobre cojines nebulosos,
soportando
los rounds de gases lacrimógenos:
letreros de neón protegen del fracaso.
Profetas y fantasmas vulneran la autopista.

Poco es el tiempo del ángel,
las señales de peligro sobre su frente petrificada;
en el crepúsculo,
una oración en la infancia periférica
puede interpretar al mundo.

Violines despeinados
sobre oleadas emergentes,
electrodos divididos,
sobre cielos de arenas movedizas.




   
  II





  CAMPANAS EN LA COLINA REPICARON
  CUANDO LLEGASTE

El ángel sin alas,
en un ascensor descompuesto,
que lo lleva a ninguna parte.
Una calle lo acoge sin gloria:
algo domina el alfasto,
y penetra el alma imperceptible.

Arrodillado en una esquina sin restricción,
no supo que al jugar,
las cartas estarían marcadas 
por los siglos de los siglos.

Choca a una paloma en pleno centro,
sin saber que otro ángel disfrazado,
pretendía deslumbrarlo con sus alas:
sombra a sombra derramada.

Billetes trasmutados.
Chequeras incineradas.
Ángel cautivo de lo humano:
amante de esta vida.







  III


 

  CAYERON LLUVIAS EN MESES DE VERANO
  ENVENENADO Y SUTIL

A lo lejos
una sombra virtual,
miseria cósmica:
flota en la atmósfera destilada.
Ácidos papeles metálicos
de hojarascas.
Cielo adentro.
Cielo afuera.

En las oficinas
tus alas bostezan sedentarias,
y tu mirada es un paraguas viajero
de ángel nómade, cuerpo de lluvia,
recostado electrodo de nostalgia.

Hiroshima alerta desde los armarios.
El espacio eleva mil plegarias
sobre relojes que se incendian lentamente.
La nostalgia es óxido impertérrito.

Ängel luchador contra el embrujo:
ecualizadores del ser automático.
Desenchufado
en la multitudes tecnológicas del miedo.

  

   



  IV



  CAMBIAR AL UNIVERSO EN LLAMAS
  SALPICADO DE AZUL DISTANTE

El costo de la vida
sin intereses,
tiene descuento:
por la gran liquidación de clones.
Hijos de pelo azul
y ojos a elección:
dos cabezas
para multiplicar
la inteligencia a la venta.

El ángel en pie de guerra,
camina por el paseo Ahumada,
los peatones
perdieron la capacidad de asombro.

Lo echan a patadas,
depositando su cuerpo
para ser fotografiado
por los reporteros:
en las escalinatas de un Banco.

Las campanas de San Francisco
rugen a lo lejos:
mientras la multitud lo acribilla
a garabatos centelleantes.
   




  V



  CON TANTA LIBERTAD, SIN MUROS Y
  APRISIONADOS

Detrás del muro,
los maniquíes
desafían al público.
La capilla será demolida,
para construir,
cubierto de graffitis,
un mall hiperpanorámico.
Acongojados ángeles infieles,
la justicia como todo es desechable.

El ángel cautivo de sus sueños,
no desprecia los elementos,
ni elabora altares compartidos:
los borradores del cielo,
reclaman sin consuelo su regreso.

Cambia su piel
de noche en noche,
clandestinos juglares,
mendigos indulgentes,
albergan sus alas
en los barrios.

Los ángeles gimen
en las riberas del limbo:
con tanta libertad
aprisionados.





  VI



  UN HOMBRE ESTRELLA ESPIABA
  DESDE EL CIELO

En los prados del cielo
un ángel duerme:
una súbita ventisca
-en el intermedio del sueño-
lo encumbra en un relámpago,
cayendo abruptamente
sobre una fábrica
de productos desechables.

El ángel extraviado,
creyó estar en el paraíso.
Sus alas averiadas
por los químicos elementos,
desplegaron ilusiones y motores
en el tejado de esmog y desesperanza.

Desde el firmamento,
piedras luminosas
surgieron veloces y transparentes.
Aguas blancas que ahogan al cemento,
disuelven el asfalto,
rieles nevados
convierten el fuego en estrellas:
y es exiliado
en ciegos espejos sin regreso.

Los cuatro puntos cardinales
desplazándose azules:
sostienen esta rueda infinita,
que navegando solitaria,
se convirtió en nota musical.





  VII



  PÁJARO DE NOCHE NEGRO
  SOLISTA CANTOR

Cuervos se desplazan por las carreteras,
a velocidad estereofónica:
caen las miradas.
Ceda el paso a la miseria,
esa escalera no lleva al cielo.
Al paraíso se llega 
sin golpear:
la virtual entrada
figura en lista de espera.

Desde su redil
la nada puede esperar.
Dependencias de antiguas almas,
aguardan el comienzo
del fin.
Caricias florecen en el escombro palpitante
del centro húmedo que replica y vuela.

Ángel amante de las horas venideras:
tus luces repliegan las prisiones,
las medusas impertérritas.
Disparo de bocas
repartidas al océano:
bofetadas sutiles en mejillas luminosas.

Cada día es una marca en lo invisible,
inserta en cables
de avisos cotidianos marketeros.





  VIII



  NADA ES PERSONAL EN LA EXTREMA
  TARDE DE RUBÍES

Cada día una puerta abierta,
en despectivos escaparates:
compran ilusiones envasadas,
dormidos gritos de día,
dormidos gritos de noche.
Día de descanso,
sobre millones de cruces invisibles.

Computador radioactivo.
Dosis de polietileno.
Sobredosis de mouse.
Delincuencia virtual.
Bancos de drogas:
programas en extinción
en tu hardware cósmico.

Sonríe a los vientos, llora de risa.
Recoge los desechos enterrando
mortales fenecidas orejas.
Salmodia antidiluviana:
recolector de memorias colectivas.

Algunos piadosos observan
al ángel desmayado
sobre un bar:
desconocen la password,
recogiendo cabizbajos los azules licores
del cáliz derramado.






  IX



  PARADO ALLÍ SIN CORAZÓN CON UNA ROSA
  AZUL ENTRE LAS ALAS

Pirámides, petroglifos y corazas
de mano en mano invocados.
Cada voz
en tono y envergadura,
enmohecida.
Pentagrama universal:
nos vigilan en cuarteles inmortales.

Ángel cero,
desvanecido de libertad,
universo oscilante,
agujero negro.
Tu mirada se refleja oculta
en los vertederos:
acongojado ángel terreno.

Cementerios de ángeles sepultados
en bóvedas suburbanas,
llorando al unísono
el rock encanecido:
con sus alas desmembradas,
impresas en computadoras.

Libéranos, ángel, libéranos,
no intentes
asombrar al infinito:
elévanos, estréllanos,
de cara en la armonía
insolente del planeta.




  X


Registro Propiedad Intelectual
Inscripción N° 103.234
I.S.B.N: 956 – 272 – 880 - 3



 Este poema ha sido publicado en libros on line de Letras de chile, www.letrasdechile.cl y en las páginas de la poetisa Ingrid Odgers Toloza.


1 comentario:

lauramargarita9 dijo...

impactante,asi esta nuestra sociedad y parecemos o muy cuerdos o muy locos,cuando constatamos la realidad,que al leerla parece trastocada y es la cotineidad solamente.
al sopesar,triturar,masticar,diluir ,despaciosamente en nuestro consciente y subsconciente ,es esto lo real,aunque parezca imaginario.
mientras la mayoria cree existir,por acumular y adquirir ,beber y reir...y cualquier dia aparece una enfermedad o si se pasa a las sombras =luces...